El CFS Jumilla tiró de pegada y carácter para sacar adelante un partido vibrante en la complicada pista del CFS El Niño de Mula. A pesar de no estar en su mejor momento, el líder de la competición demostró por qué sigue en lo más alto con una trabajada victoria por 2-4 que se resolvió en los minutos finales.
El encuentro arrancó con ritmo pausado, de tanteo, con pocas ocasiones claras y más precauciones que atrevimiento. La más clara del primer tramo fue para los locales, con un disparo al palo que puso en aviso a los jumillanos. Ese susto pareció despertar al equipo visitante, que respondió con eficacia.
Adri abrió la lata con un tanto de pillo tras una asistencia picadita de Alberto. Y apenas sesenta segundos después, el propio Adri aprovechó un córner envenenado para ampliar la ventaja tras un rebote en un defensor. Con ese doble golpe psicológico, el CFS Jumilla se marchó al descanso con una valiosa renta (0-2).
La segunda mitad arrancó sin muchas acciones reseñables. Mula buscó recortar distancias con más corazón que acierto, hasta que logró el 1-2 en una acción ensayada tras saque de banda. El tanto espoleó a los locales, que empataron poco después con un golazo a la escuadra. Quedaban 12 minutos y el ambiente se volvió eléctrico.
Los locales apretaban. Rozaron el empate con otro disparo al palo, mientras Jumilla respondía con la misma moneda: Chupi estrellaba el balón en la cruceta. La tensión crecía, Mula llegaba a la quinta falta y Fran era expulsado por mano, lo que obligó a los jumillanos a resistir con uno menos durante minutos eternos. Pochi, providencial, salvó una clara ocasión en la línea cuando el equipo estaba al límite.
Cuando el partido parecía irse al abismo, apareció el de siempre. Chupi, el pichichi, cazó una ocasión a falta de 1:37 para el final e hizo el 2-3. Con Mula volcado y sin portero, Joserra sentenció con un tanto que celebró incluso antes de empujarla. Así es la confianza cuando estás sobrado.
Victoria sufrida, sí. Pero también de líder. El CFS Jumilla sobrevive, resiste y gana. Aunque no esté en su mejor momento, sigue marcando el camino.
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